Base bíblica: San Juan 14:6
Introducción: ¿Alguna vez te has perdido en una ciudad desconocida? ¿Qué hiciste para encontrar el camino correcto? Tal vez usaste un mapa, un GPS o le preguntaste a alguien. Pero ¿qué pasaría si no tuvieras ninguno de esos recursos? ¿Cómo sabrías a dónde ir? ¿Cómo estarías seguro de que no te estás alejando más de tu destino?
Así como necesitamos una guía para orientarnos en una ciudad extraña, también necesitamos una guía para orientarnos en la vida. Y esa guía no es otra que Jesucristo, el único camino al cielo. Él mismo lo dijo en San Juan 14:6: Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí.
Hoy quiero hablarte de Jesucristo, el único camino al cielo. Quiero mostrarte por qué necesitamos a Jesús como nuestro Salvador, cómo nos salvó con su muerte y resurrección, y qué debemos hacer para seguirlo y llegar al cielo.
- Necesitamos a Jesús como nuestro Salvador
- Porque somos pecadores
- Idea principal: Todos hemos pecado y estamos separados de Dios.
- Versículos bíblicos: Romanos 3:23, Isaías 59:2, Romanos 6:23.
- Aplicación: Reconocer nuestra condición pecaminosa y nuestra necesidad de perdón.
- Segunda subdivisión: Porque no podemos salvarnos por nosotros mismos
- Idea principal: Ninguna obra humana puede justificarnos delante de Dios.
- Versículos bíblicos: Isaías 64:6, Efesios 2:8-9, Tito 3:5.
- Aplicación: Renunciar a nuestra confianza en nuestras propias obras y buscar la gracia de Dios.
- Porque somos pecadores
- Jesús nos salvó con su muerte y resurrección
- Primera subdivisión: Porque nos amó con un amor incondicional
- Idea principal: Dios nos amó tanto que envió a su Hijo a morir por nosotros.
- Versículos bíblicos: Juan 3:16, Romanos 5:8, 1 Juan 4:9-10.
- Aplicación: Agradecer a Dios por su amor y responder con amor a él y a los demás.
- Segunda subdivisión: Porque nos ofreció un sacrificio perfecto
- Idea principal: Jesús murió en la cruz como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
- Versículos bíblicos: Juan 1:29, Hebreos 9:26-28, 1 Pedro 1:18-19.
- Aplicación: Aceptar el sacrificio de Jesús como el único medio de salvación y vivir en santidad.
- Primera subdivisión: Porque nos amó con un amor incondicional
- Debemos seguir a Jesús como nuestro camino al cielo
- Primera subdivisión: Porque es nuestro Señor
- Idea principal: Jesús resucitó al tercer día y está sentado a la derecha de Dios.
- Versículos bíblicos: Mateo 28:5-6, Hechos 2:32-36, Filipenses 2:9-11.
- Aplicación: Reconocer a Jesús como nuestro Señor y obedecer su voluntad.
- Segunda subdivisión: Porque es nuestro Maestro
- Idea principal: Jesús nos enseñó el camino de la verdad y la vida.
- Versículos bíblicos: Juan 8:31-32, Juan 13:13-17, Juan 15:1-5.
- Aplicación: Aprender de Jesús y seguir su ejemplo.
- Primera subdivisión: Porque es nuestro Señor
- Debemos compartir a Jesús como el único camino al cielo
- Primera subdivisión: Porque es nuestra misión
- Idea principal: Jesús nos encomendó predicar el evangelio a toda criatura.
- Versículos bíblicos: Mateo 28:18-20, Marcos 16:15-16, Hechos 1:8.
- Aplicación: Comprometerse con la obra misionera y el discipulado.
- Segunda subdivisión: Porque es nuestra esperanza
- Idea principal: Jesús vendrá otra vez a llevarnos con él al cielo.
- Versículos bíblicos: Juan 14:1-3, 1 Tesalonicenses 4:13-18, Apocalipsis 22:12-13.
- Aplicación: Vivir en expectativa y preparación para la segunda venida de Cristo.
- Primera subdivisión: Porque es nuestra misión
Conclusión: En esta parte, puedes resumir el tema y hacer un llamado a la acción. Puedes invitar a los oyentes a reflexionar sobre su relación con Jesucristo, a arrepentirse de sus pecados y a confiar en él como su único camino al cielo. Puedes usar una oración, una invitación o una bendición para cerrar tu sermón. Por ejemplo, podrías decir algo así:
Amados hermanos, hemos visto que Jesucristo es el único camino al cielo. Él es nuestro Salvador, nuestro Señor, nuestro Maestro y nuestra esperanza. Sin él, estamos perdidos y condenados. Con él, tenemos vida eterna y comunión con Dios.
¿Qué vas a hacer con esta verdad? ¿Vas a ignorarla o a aceptarla? ¿Vas a rechazar a Jesús o a recibirlo? ¿Vas a seguir tu propio camino o el suyo?
Hoy es el día de salvación. Hoy es el día de decidir. Hoy es el día de seguir a Jesucristo, el único camino al cielo.
Si quieres hacer esta decisión, te invito a que te pongas de pie y me acompañes en esta oración:
Señor Jesús, reconozco que soy pecador y que necesito tu perdón. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que resucitaste al tercer día. Te recibo como mi Salvador y te confieso como mi Señor. Ayúdame a seguirte y a obedecerte. Gracias por darme la vida eterna y por prepararme un lugar en el cielo. Amén.
Que Dios te bendiga y te guarde. Que haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia. Que alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz. Amén.